Que tristeza, me daría no quedarme con tu vida, caminar yo con el alma reducida a pedazos, destruida, por que no supe pintarme en tu pared. Que tristeza me daría despertar de madrugada, sin tu amor acariciándome la espalda, sin tus manos de bufanda, con tu aroma en mi recuerdo y no en mi piel. Que tristeza me daría que acabara con nosotros, tus ataques de princesa y mis enojos, mi costumbre de cantar y amanecer. Que tristeza, me daría no escuchar ya mas tu risa, no ver mas tus pasos cortos y de prisa y sofocarme con la brisa de tu pelo cuando empiezas a correr.
No hay comentarios:
Publicar un comentario